miércoles, 22 de mayo de 2013

RINITIS ALÉRGICA.....!!!!!



Se acerca la primavera y con ella la denominada alergia primaveral (rinitis alérgica) que es uno de los tipos más frecuentes de alergia aunque no es el único. Así bajo esta denominación también se incluye el asma, la anafilaxis, los eccemas y urticarias, así como la alergia a fármacos, alimentos o la picadura de insectos.
El aumento de la prevalencia de las alergias esta siendo dramático en las últimas décadas de ahí que actualmente estén consideradas como un problema global de salud pública. En España, se calcula que una de cada cuatro personas padece algún tipo de trastorno alérgico.
La alergia es una forma de hipersensibilidad, es decir, una respuesta inmunológica desproporcionada frente a un antígeno, denominado alérgeno. En el caso de la rinitis alérgica, los alérgenos más comunes son los que entran en contacto con el organismo por inhalación: el polen, las esporas de hongos, los ácaros del polvo doméstico y el epitelio o las plumas de animales.
La alergia la polen, también llamada polinosis, es uno de los tipos de alergias más frecuentes y se presenta normalmente durante las estaciones de primavera y verano, y es más frecuente en los medios urbanos probablemente porque la polución potencia el efecto alergénico del polen. En España, el tipo de polen que más afecta a los pacientes alérgicos es el de gramíneas, seguidos del polen de olivo.
Los síntomas más frecuentes de la rinitis alérgica son: picor en la nariz y los ojos, moqueo con congestión nasal, estornudos, lagrimeo o molestias a la luz. Estos síntomas se confunden frecuentemente con los del resfriado común, aunque existen claras diferencias en cuanto a:
-- Aparición: Rápida en la rinitis y lento en el resfriado común.
-- Duración: Mucho más breve en la rinitis que en el resfriado común.
-- El resfriado se asocia frecuentemente a fiebre y tos, mientras que en la rinitis estos síntomas no suelen aparecer y son frecuentes los síntomas oculares.
El manejo de la rinitis alérgica se basa principalmente en:
Medidas Preventivas.........Evitar el alérgeno.
En el caso de alergia al polen se recomienda:
-- Cerrar las ventanas de la vivienda y si es posible, emplear aire acondicionado con filtros diseñados específicamente para personas alérgicas.
-- No fumar ni frecuentar ambientes cerrados y cargados de humo.
-- Informarse sobre el comienzo, duración y finalización de la temporada de polen al que se tiene alergia con el fin de evitar actividades en el exterior sobre todo a primeras horas de la mañana y en las últimas de la tarde, se recomienda no secar la ropa al aire libre, pasar las vacaciones en zonas bajas de polen,......
En el caso de personas alérgicas a los ácaros y al polvo doméstico, se recomienda:
-- Mantener el dormitorio bien ventilado, seco y con temperatura baja( menos de 24 ºC).
-- Utilizar colchones y almohadas de fibra sintética, evitar la lana, las plumas o el miraguano.
-- Evitar moquetas y retirar muñecos de peluche, libros, pósters, cortinajes, etc..
    No es aconsejable la presencia de animales domésticos de pelo o pluma en el interior de la vivienda.
-- Realizar respuestas frecuentes con aspirador o paño húmedo, y evitar el uso de productos en aerosol, especialmente ambientadores e insecticidas.
          
Tratamiento Famacológico

Antihistamínicos: La histamina es uno de los principales mediadores liberados y actúa sobre receptores H1, y la activación de estos receptores produce la aparición de diversos síntomas de las reacciones alérgicas, y estos fármacos actúan uniéndose a estos receptores y ocupando el sitio que tendría la histamina, y así evitando su unión al receptor y la desencadenación de los síntomas de la alergia y esta acción se denomina antagonismo competitivo. La reacción adversa más frecuente de los antihistamínicos es la somnolencia que se ha ido corrigiendo con las nuevas generaciones de antihistamínicos desde los clásicos, pero ninguno de ellos esta libre de este efecto y sobre todo a dosis altas y en combinación en alcohol.
En la rinitis alérgica los antihistamínicos H1 por vía oral son efectivos ante la rinorrea, los estornudos, el picor nasal y los síntomas oculares, aunque no mejoran la congestión nasal. También se utilizan en caso de urticaria y dermatitis atópica.
En cuanto a los antihistamínicos por vía tópica (intranasal o intraocular) se caracterizan por un inicio de acción muy rápido sobre los síntomas nasales y oculares, y en general producen menos efectos adversos.

Glucocorticoides intranasales: Se consideran los fármacos más efectivos para el tratamiento de la rinitis y son útiles sobre todo en pacientes con síntomas persistentes o intensos que requieren tratamiento de forma continuada. Su eficacia se debe a que, por su forma de administración altas concentraciones del fármaco pueden llegar a la mucosa nasal con un mínimo riesgo de efectos adversos sistémicos. Sin embargo, se prefieren los que tienen menor absorción sistémica, como budesonida, fluticasona o mometasona, especialmente en niños. Mejoren todos los síntomas de la rinitis alérgica, incluyendo la congestión nasal y sus efectos se observan a las 6- 12 horas de su administración, aunque el efecto el efecto máximo puede requerir hasta 2 semanas. No generan atrofia de la mucosa nasal, aunque pueden producir irritación nasal y epistaxis.

Antagonistas de leucotrienos: No solo se libera como mediador histamina en la alergia, también se liberan leucotrienos y estos leucotrienos aumentan la resistencia nasal de las vías respiratorias y lo síntomas de la obstrucción nasal. El montelukast es un antagonista de estos receptores y se utiliza principalmente para el tratamiento del asma. No se considera fármaco de elección en rinitis alérgica , ya que es menos eficaz que los corticoides nasales y presenta una eficacia similar a loratadina. Sin embargo, puede ser útil en pacientes que presenta asma y rinitis conjuntamente, ya que mejora tanto los síntomas nasales como bronquiales.

Inhibidores de la liberación de histamina: El cromoglicato disódico y el nedocromilo son fármacos que actúan inhibiendo la liberación de histamina y otros mediadores pro-inflamatorios. Tienen una acción profiláctica, mejorando los síntomas de la rinitis y conjuntivitis alérgica con un buen perfil de seguridad. Sin embargo, su eficacia en el tratamiento de la rinitis alérgica es limitada, y se necesita una dosificación frecuente de hasta 4 veces al día. Por vía intraocular son muy eficaces en la conjuntivitis alérgica.

Descongestivos: Son agonistas adrenérgicos como la fenilefrina, la metoxamina, tramazolina, nafazolina y sus derivados. Estos fármacos provocan vasoconstricción de la mucosa nasal, reduciendo así el edema y la congestión nasal y la congestión asociada. Normalmente, se utilizan por vía tópica, en forma de aerosol o gotas nasales, pues es un vía rápida y efectiva. Sin embargo, debe tenerse en cuenta que pueden producir congestión de rebote si se utilizan más de tres días seguidos o más de tres o cuatro aplicaciones diarias. También es posible utilizar aerosoles de agua de mar isotónica y estéril, útiles para la limpieza y descongestión de las fosas nasales en casos de congestión nasal por resfriado o alergia, sin producir efecto rebote.

Inmunoterapia.
Consiste en la hiposensibilización o desensibilización con el propio alérgeno, inyectandolo en forma de extracto por vía subcutánea o administrándolo por vía sublingual. Es el único tratamiento capaz de modificar el curso natural de la enfermedad alérgica, ya que actúa sobre las causas y no únicamente sobre los síntomas. Un gran número de estudios clínicos han demostrado que la inmunoterapia es eficaz, reduciendo significativamente la severidad de los síntomas y por tanto la necesidad de medicación.