martes, 19 de noviembre de 2013

ACNÉ.TIPOS Y TRATAMIENTO

El acné es una enfermedad cutánea crónica del folículo pilosoebáceo con una etiología multifactorial y de carácter limitado. Presenta prevalencia de más del 75% entre individuos de 13 a 19 años, pero puede aparecer en edades más avanzadas, principalmente en mujeres. Aunque el 30% de los pacientes requiere tratamiento médico, la afección suele ser benigna y evoluciona espontáneamente de forma favorable. Afecta sobre todo a las zonas de la piel con mayor densidad de glándulas sebáceas (cara, tórax y espalda) y se caracteriza por la presencia de componentes no inflamatorios y/o inflamatorios, y en los casos más graves pueden producirse cicatrices.
Existen una serie de factores fisiopatológicos que contribuyen al desarrollo del acné:
La hiperseborrea: El aumento de la producción del sebo es imprescindible para que se desarrolle el acné. El exceso de producción de sebo produce una obstrucción de los folículos con el consiguiente acumulo de sebo en su interior.
La hiperqueratinización: Es una consecuencia de la hiperseborrea , ya que ésta ocasiona una excesiva proliferación, acelerada y normal, de los queratinocítos del epitelio infrainfundibular de las glándulas sebáceas.
La proliferación bacteriana: Principalmente de Propiobacterium acnes y se produce como consecuencia del exceso de sebo y de la hiperqueratinización, que crean un ambiente anaerobio adecuado para estos microorganismos integrantes de la flora cutánea normal.
Se denomina acné inducido aquel que aparece debido a factores no fisiológicos y suelen ser medicamentos y se llama acné medicamentoso o iatrogénico.

TIPOS DE LESIONES.

En el acné pueden presentarse distintos tipos de lesiones, de las cuales la más característica es el comedón.
Los comedones son de dos tipos: abiertos o puntos negros, y abiertos o puntos blancos. La diferencia suele estar en que el comedón abierto no suele generar lesiones inflamatorias si no se manipula , mientras que el cerrado suele inflamarse, dando lugar a pápulas, pústulas y/o nódulos.
-- Comedón abierto: Se llama vulgarmente espinilla o punto negro. Ese color negro se debe a que el orificio folicular está abierto al exterior, por lo que se oxida y va recogiendo suciedad.
-- Comedón cerrado: Se llama vulgarmente microquiste o miniquiste y es más difícil de identificar. Es una pequeña elevación de la piel dura, blanca o amarillenta.
La papúla es una pequeña elevación eritematosa que se da cuando el comedón cerrado se inflama, produciéndose eritema e incremento de tamaño.
La pústula es una evolución de la pápula con contenido purulento que puede producir dolor.
El nódulo es una lesión inflamatoria infiltrada que afecta a todo el folículo y la dermis circundante. Suele ser el causante de la mayoría de las cicatrices.
El quiste es una elevación de la superficie de la piel con tamaño variable, resultado de la dilatación del folículo pilosebceo por acumulación de sebo.

              

CLASIFICACIÓN.

Acné Superficial: La lesión inicial característica del acné es el punto negro o el comedón.
Acné Profundo: Cuando evoluciona a un grado superior de inflamación o se infecta con la aparición de pus.
Rosácea: Aparece principalmente en mujeres entre 30 y 50 años y se caracteriza por la presencia de acné asociado a enrojecimiento difuso de la piel y la dilatación de los vasos sanguíneos, sobre todo en nariz y mejillas.
Por otro lado, además del acné vulgar existen otros tipos de acné en los que a menudo no se presentan comedones y que están producidos por causas distintas:
-- Por infecciones.
-- Por ocupaciones laborales.
-- Glandulares.
-- Cosméticos.
-- Medicamentos.

TRATAMIENTOS FARMACOLÓGICOS.

Pueden ser:
TRATAMIENTOS TÓPICOS.
Peróxido de benzoilo: indicado para el tratamiento del acné vulgar moderado gracias a su acción bactericida y a su efecto sebostático a medio plazo. Se aplica una o dos veces al día y está contraindicado en menores de 12 años, embarazadas y mujeres en periodo de lactancia. Puede producir un aumento en la excreción de sebo durante las primeras semanas de tratamiento y una cierta decoloración del cabello y de la ropa. Entre las reacciones adversas más frecuentes están el enrojecimiento moderado, sequedad y descamación durante las primeras semanas.
Ácido azelaico: Se emplea en el acné papulo-pustuloso de leve a moderado de la zona facial y en el tratamiento de la rosácea pápulopustulosa. Se aplica sobre la piel afectada dos veces al día con un suave masaje después de limpiar la zona cuidadosamente con agua. En general, la mejoría es evidente en 4 semanas pero varía en función de la frecuencia, gravedad del acné y de la persona.
Retinoides tópicos: indicados en el tratamiento tanto de comedones como pústulas y pápulas en el acné de leve a moderado. Es frecuente que cause irritación de la piel y las manifestaciones pueden ser eritema, prurito y exfoliación de la piel tratada. No se deben utilizar sobre la piel irritada  por otras causas como eczemas, ampollas, costras,... Están comercializados los principios activos Treonina, Isotreonina y Adapaleno.
Ácido salicílico: Su efecto queratolítico ayuda a evitar la obturación del comedón, lo que facilita la absorción del medicamento, favorece la limpieza y mejora el estado general de la piel. No se utiliza en monoterapia sino asociado a otros principios activos.
Antibióticos: Están indicados en el tratamiento del acné vulgar de leve a moderado. Aproximadamente un 10% de los pacientes sufre alguna reacción adversa como dermatitis irritativa. Se suele usar Clindamicina que se aplica una vez al día sobre la zona afectada durante no más de 12 semanas. La respuesta puede comenzar a apreciarse al cabo de 4-6 semanas.

                                                     

TRATAMIENTOS NO FARMACOLÓGICOS:



No existen suficientes evidencias científicas de que una elevada ingesta de hidratos de carbono y de grasas, el contenido calórico de la dieta, el flúor o el yodo juegen un papel etiológico en el acné, por lo que en general no se deben dar recomendaciones dietéticas restrictivas a estos pacientes. La higiene es esencial en el tratamiento, aunque no debe ser exagerada  ya que podría agravar el proceso. Se recomienda:
-- Lavar la zona afectada con agua templada y un jabón neutro, no más de 2 veces al día.
-- Emplear productos limpiadores específicos para eliminar el exceso de sebo, bacterias y células muertas.
-- Utilizar productos no irritantes que respeten la barrera natural de la piel.
-- Secar la piel cuidadosamente sin frotar, evitando arrastrar la toalla.
-- Desmaquillarse a diario.
-- Afeitarse con sumo cuidado, no utilizando lociones que contengan ni alcohol ni perfumenes, ya que pueden aumentar la irritación y la inflamación.
-- No manipular nunca las lesiones porque aumenta el riesgo de infección y de cicatriz residual.
Ya que los tratamientos farmacológicos  para el acné pueden producir reacciones adversas, como  sequedad de mucosas, sequedad de la piel y fotosensibilidad, desde la farmacia debemos recomendar el uso de coadyuvantes que puede aliviar esos síntomas como son: Reparadores labiales, Gotas humectantes, Lubricantes vaginales, Productos "oil free", Preparados calmantes del picor, Filtros solares no grasos,...  
Se debe evitar la exposición al sol ya las fuentes artificiales de radiación ultravioleta y también debe evitarse el uso de maquillaje y , en caso de hacerlo, utilizar siempre productos "no comedogénicos", son los "oil free".
Existen en el mercado un gran número de productos cosméticos que pueden recomendarse para tratar el acné en sus diferentes estadíos  o como coadyuvantes al tratamiento farmacológico para minimizar sus efectos adversos , restaurar la barrera de la piel y mejorar el cumplimiento. Se clasifican según su función:
Limpiadores: indicados en todos los tipos de acné.
Productos con función abrasiva o peelings: solo recomendados si hay comedones. Se deben evitar en  acné inflamatorio y no se deben asociar a tratamientos con isotretinoína oral.
Mascarillas: indicadas cuando predominan los comedones. No se recomiendan en pacientes tratados con isotretionína oral.
Matificantes y Seborreguladores: mejoran el aspecto aceitoso y brillante de la cara. Son productos indicados en preacné, acné leve o tras la finalización de un tratamiento farmacológico.
Queratolíticos: utilizados para evitar la hiperqueratinización de la capa córnea y conseguir la desobstrucción de los poros dilatados y favorecer la renovación celular. Los más utilizados ácido salicílico y alfahidroxiácidos.
Cosméticos de tratamiento: productos con acción antiinflamatoria y antisépticos.

        

     

TRATAMIENTO FITOTERAPÉUTICO.

El objetivo de este tipo de tratamiento es la eliminación de las bacterias, la depuración y la reducción de la producción de grasa. Se utilizan principalmente tres plantas:
-- Aloe: ejerce una acción cicatrizante y antiinflamatoria.
-- Bardana: tiene propiedades depurativas, antimicrobianas y bacteriostáticas.
-- Pensamiento: presenta propiedades emolientes y protectoras de la piel. Tiene efecto antiinflamatorio y depurativo y suele utilizarse en combinación con la bardana.

 

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