jueves, 21 de marzo de 2013

LA PIEL DEL BEBÉ





Debido a las singulares características fisiológicas de la piel de bebé, los padres necesitan el apoyo de un profesionar al que acudir en busca de consejo sobre hidratación, higiene o fotoprotección. El farmacéutico es la persona más indicada y cercana para ayudarles a prevenir y tratar las complicaciones y patologías más frecuentes que se puedan presentar.
Desde el momento del nacimiento, la piel es una barrera de fundamental importancia que protege contra infecciones, da protección a órganos internos, colabora en el mantenimiento de la temperatura, regula el contenido en agua y electrólitos, impide la absorción de sustancias tóxicas y ayuda en una pequeña proporción a la respiración total. Otro aspecto importante que se ha de tener en cuenta es que la superficie corporal de un bebé, y por tanto, la extensión que cubre la piel con respecto al peso total del individuo, es muy superior a la del adulto.

HIGIENE DE LA PIEL

La limpieza no se debe realizar hasta que no se haya alcanzado la temperatura propia de la piel ( entre 36,5-36,8 Cº), ya que en el momento del alumbramiento  el neonato pierde calor debido a la desaparición del aislamiento que proporciona el liquido amniótico y la pared uterina. Algunos autores aconsenjan utilizar exclusivamente agua tibia y evitar los productos de limpieza durante las primeras dos semanas de vida.
A partir de los 15 días, se aconseja utilizar productos ligeramente ácidos, no perfumados y conviene aplicarlos en pequeñas cantidades con la mano o con una esponja muy suave, realizando un masaje.
Los champús deben tener un pH similar al del lagrimal y convienen que sean isotónicos con las lágrimas para evitar irritaciones oculares, teniendo una viscosidad adecuada de modo que no resbalen, ni lleguen con facilidad a los ojos. En general estos productos tienen como función la eliminación del sebo, el sudor, las células muertas y los microorganismos, y hay que tener en cuenta que una mayor cantidad de espuma no es sinónimo de una mejor calidad en el lavado. Se consideran suficientes entre 5 y 10 minutos, ya que un abuso de jabones, la temperatura alta del agua y una excesiva frecuencia del baño podrían favorecer la aparición de sequedad cutánea o dermatitis irritativa.Despúes del baño una correcta hidratación es fundamental y se utilizan:
- Baños coloidales: polimeros obtenidos de la avena que captan moléculas de agua y las fijan a la piel. Son muy efectivos y se aconsejan en casos de gran sequedad de la piel y durante un corto periodo de tiempo. Son de gran utilidad en caso de dermatitis atópica.
- Aceites: Se pueden añadir al agua de baño o aplicarse directamente sobre la piel húmeda y de este modo forma una fina capa oclusiva que ayuda a mantener la hidratación.
- Lociones: Son emulsiones O/W a las que se incorporan activos con un alto poder hidratante y conviene aplicarlas inmediatamente depués del baño, en zonas donde exista vello o donde la sequedad cutánea sea media .
- Cremas: Son emulsiones O/W que presenta una oclusividad media y se suelen utilizar después del baño o en cualquier otro momento.
- Pomada: Son emulsiones O/W con un mayor poder de oclusión que las anteriores y al ser mas densas no se aconseja aplicarla en áreas con vello, normalmente se recomienda utilizarla en zonas muy secas y engrosadas.
        

CUIDADOS DEL CORDÓN UMBILICAL. 

El cordón umbilical es una herida abierta que suele secarse y desprenderse en el transcurso de 4 semanas, y si transcurrido ese tiempo no se hubiese caído, habría que contactar con el pediatra. En el desprendimiento del cordón influyen dos procesos como son la deshidratación y la putrefacción, y normalmente suele secarse sin complicaciones, pero en algunos casos la colonización bacteriana puede producir onfalitis( inflamación del muñón umbilical) e incluso sepsis. Los signos más comunes de infección del cordón umbilical son:
- Secrección amarillenta y maloliente.
- Enrojecimiento y sensibilidad de la piel alrededor del cordón.
En nuestro entorno los antisépticos más utilizados son el alcohol de 70º  y la clorhexidina, la povidona yodada no se recomienda ya que se han descrito casos de hipotiroidismo y bocio en recién nacidos debido a su uso. Se debe evitar el empleo de polvos de talco en esta zona ya que dan lugar a una rápida desecación, pudiendo ocasionar hemorragias, granulomas y onfalitis.
        

PROBLEMAS FRECUENTES DE LA PIEL DEL BEBÉ  

-- DERMATITIS DEL PAÑAL: Es un proceso inflamatorio e irritativo que se produce debido a las condiciones de maceración, humedad y fricción, que además de irritar la piel favorecen la proliferación de la Cándida Albicans. Afecta hasta a un 35 % de los niños que utilizan pañal y es delimitada a la zona del pañal.
Sus principales causas son: Deposiciones muy frecuentes, presencia de ácidos en las heces, tratamiento con antibióticos, poca frecuencia en el cambio del pañal y uso de pañales demasiados ajustados.
Sus principales medidas preventivas son: Mantener la piel limpia y seca, cambiar con frecuencia y lo antes posible el pañal, evitar frotamiento al limpiar la zona afectada, colocar el pañal flojo, secar la zona dando palmaditas o dejando al aire libre, colocar el pañal flojo, utilizar pañales muy absorventes, no utilizar polvos de talco ni almidón de maíz, no utilizar paños de alcohol o perfume,.....
Las cremas con óxido de zinc o vaselina aplicadas sobre la piel limpia y bien seca pueden ser de gran utilidad para protegerla del contacto con la orina y las heces.
En el caso de dermatitis moderadas o severas se suelen emplear corticoides de baja o moderada potencia que reducen la inflamación. En el caso de que existiera sobreinfección por Cándida Albicans se suelen emplear antifúngicos como las nistatina, miconazol, clotrimazol y ketoconazol que se encuentran en cremas y ungüentos utilizados en el tratamiento de la dermatitis del pañal y no precisan de receta médica.

                       
-- COSTRA LÁCTEA: Entre la segunda y la décima semana de edad se puede presentar en la zona del cuero cabelludo una erupción amarillenta conocida como costra láctea que, en ocasiones se extiende a todo el cuero cabelludo e incluso a los pliegues axilares y retro articulares. Este tipo de dermatitis consiste en unas pequeñas láminas de aspecto graso que se adhieren al cuero cabelludo y se produce debido a que las hormonas maternas estimulan las glándulas sebáceas de las zonas afectadas. Para el descostrado, se recomienda utilizar un cepillo blando, ya que si arranca manualmente aumenta el riesgo de producir infecciones. Actualmente, existen en el mercado numerosos productos de aplicación tópica para eliminar la costra láctea y estos productos están destinados a ser utilizados durante un período limitado y eliminarlos posteriormente mediante lavado. Suelen contener emolientes, queratolíticos y antiinflamatorios.
                                           

-- DERMATITIS ATÓPICA: Es una enfermedad inflamatoria dermatológica, cuya principal sintomatología es el prurito intenso, que llega en ocasiones a impedir el descanso nocturno. Es mucho más frecuente en niños, sobre todo entre el cuarto y sexto mes de vida y en la mayoría de los casos desaparece de manera espontánea entre los 3 y los 5 años de edad. Este tipo de dermatitis es típico de los paises desarrollados en los que se estima  que llega a afectar al 18% de la población infantil. Frente a la dermatitis atópica se recomienda evitar todas aquellas circunstancias que puedan desencadenar prurito: Temperatura ambiental alta, humedad baja, uso de prendas de lana o contacto con plásticos o gomas. Asimismo, se aconseja no consumir alimentos que liberan histamina en grandes cantidades( quesos, embutidos, bebidas alcohólicas, pescado,....) ya que pueden favorecer la aparición de prurito.
En la higiene corporal es preferible tomar duchas en vez de baños ya que un excesivo contacto con el agua o con detergentes podrían interferir en la función barrera del estrato córneo y en caso de bañarse se recomienda añadir al agua sustancias emolientes. Se aconseja emplear la menor cantidad posible de jabón y este debe ser de pH ácido y sin sustancias irritantes, se debe usar una esponja suave y el secado debe de hacerse con toallas suaves, sin frotar y no es conveniente utilizar secadores.
En cuanto al tratamiento, como primera medida para evitar el prurito, se recomienda la aplicación de compresas en el área afectada y también pueden emplearse preparados con anestésicos locales que no precisen receta. Algunos medicamentos de uso tópico contienen antihistamínicos, que no son recomendables, ya que además de que pueden llegar a producir reacciones alérgicas, en presencia de luz solar pueden dar reacciones de fototoxicidad. Los antihistamínicos orales están sujetos a prescripción médica y entre ellos se utilizan preferentemente los de primera generación debido a su efecto sedante.
En cuanto a los corticoides tópicos se recomiendan los de baja o media potencia, ya que estos pacientes suelen requerir el empleo repetido de este tipo de fármacos y en el caso de utilizar corticoides de potencia alta se debe prestar especial atención a su posible absorción y consiguiente toxicidad.


             

FOTOPROTECCIÓN INFANTIL

Se entiende como fotoprotección cualquier medida destinada a evitar la exposición solar ya que la radiación solar produce numerosos efectos dañinos que suelen ser irreversibles y acumulativos, entre ellos se encuentran: eritemas, pigmentaciones retardadas, quemaduras solares, envejecimiento cutáneo y el incremento del riesgo de desarrollar tumores. En los niños conviene extremar este tipo de protecciones, ya que suelen estar expuestos al aire libre durante más tiempo y en este sentido cabe destacar que existen estudios en los que se ha demostrado una correlación intensa entre las quemaduras sufridas en la infancia y el riesgo de desarrollar queratosis actínica, carcinomas y melanomas en la edad adulta.
Como consejo general, se debe recordar a los progenitores que las sombras reducen la radiación directa, pero no la reflejada por lugares circundantes como podrían ser el agua, la arena o la nieve.Siempre se desaconseja la exposición solar entre las 11 y las 16 horas y se sabe que el sol es más peligroso cuanto más pequeña es la sombra del niño en relación a su tamaño.
La fotoprotección se divide en dos tipos:
-- FOTOPROTECCIÓN ENDÓGENA: Este tipo de protección incluye los mecanismos de defensa naturales contra las agresiones del sol( grosor de la capa córnea, reparación del ADN, síntesis de moléculas antioxidantes, aumento síntesis de melatonina). Todos estos sistemas de protección no están totalmente desarrollados en los recién nacidos, por lo que este tipo de defensa frente al sol es menos eficaz.
-- FOTOPROTECCIÓN EXÓGENA: Dentro de este grupo se incluyen las medidas adoptadas para protegerse del sol como son: Utilizar gafas, gorras y ropa, evitar la exposición entre las 11 y las 16 h y usar filtros solares. Los fotoprotectores solares son sustancias que actúan absorviendo radiación, filtrándola, dispersándola y/o reflejándola y se pueden dividir:
Filtros químicos.....son moléculas que absorven la radiación UVA, UVB o incluso ambas.
Filtros físicos.....son sustancias opacas que actúan como barrera física, a modo de pantalla, impidiendo que la luz solar llegue a la piel, absorviendo y dispersando radiaciones UV e IR.
Generalmente, en un mismo fotoprotector podemos encontrar entre 2 y 6 filtros solares, y en muchos de ellos se añaden antioxidantes con la finalidad de eliminar los radicales libres que se generan por la radiación UV. En los fotoprotectores químicos de niños se deben evitar productos que contengan PABA( ácido para-aminobenzoico) y las benzofenonas, y además del tipo de filtro solar, existen otros factores que afectan a la eficacia de la fotoprotección como es la composición del excipiente.
Para que los fotoprotectores surtan efecto han de aplicarse en la medida adecuada  que son  2 mg de crema por centímetro cuadrado y como mínimo 15 min. antes de la exposición, además de replicarlos cada cierto tiempo. La FDA no recomienda los fotoprotectores en niños menores de 6 meses para evitar problemas de toxicidad, y en caso de usarlo, deben tener un FPS igual o mayor a 25, proteger frente a UVA y UVB, tienen que ser resistentes al frotamiento, al sudor, al agua y ofrecer una gran hidratación. Se deben de aplicar entre 15-30 min. antes de la exposición solar y reaplicarlos cada 2 horas tras el baño, al frotarse con la toalla o después de una sudoración excesiva.
          

         

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