martes, 28 de enero de 2014

PAUTAS NUTRICIONALES EN HIPERTENSIÓN

La hipertensión es el aumento mantenido de la presión arterial en relación a los parámetros normales establecidos: una presión arterial mayor o igual a 140/90 mmHg. En la mayoría de los casos es asintomática, salvo en la hipertensión maligna, caracterizada por causar frecuentes dolores de cabeza, náuseas  vómitos, confusión, cambios en la visión o sangrado nasal. El origen de la hipertensión es desconocido, si bien existen factores de riesgo claramente identificados, los cuales son:
-- Padecer otras enfermedades: diabetes, obesidad, afecciones renales, alteraciones hepáticas,...
-- Malos hábitos alimenticios como una elevada ingesta de grasas o sal o un elevado consumo de alcohol o   cafeína. También puede causar hipertensión dietas pobres en calcio y magnesio y/o dietas con alto contenido en sodio y bajo en potasio.
-- Estrés y/o consumo de tabaco.
La hipertensión es uno de los principales factores de riesgo de enfermedad cardiovascular y renal, siendo responsable de más de la mitad de los casos de ictus y del 45% de los infartos cardíacos en España.

              

RECOMENDACIONES DIETÉTICAS.

1.- Situar los niveles de ingesta de sal (sodio) en 1 a 3g./día: El sodio proviene de dos fuentes dietéticas: los alimentos que contienen sodio de forma natural o de su procesado posterior y de la sal que añadimos en la preparación culinaria y en los aliños. Para ajustar la ingesta de sal debemos revisar el etiquetaje de los productos que consumimos y así evitar consumir los que tienen un alto contenido en sal (sodio).

2.- Pacientes con algún grado de obesidad: La reducción de peso, aún sin llegar a los índices de masa corporal óptimos. tiene claros beneficios en la disminución de la presión arterial, llevando en algunos casos a la reducción de la medicación e incluso a su total eliminación. Los dos aliados para una pérdida de peso sostenida son la dieta equilibrada (huir de dietas milagro) y el ejercicio físico moderado y no competitivo.

3.- Evitar el consumo de alcohol y en el caso de consumirlo hacerlo con moderación: Se ha demostrado que los grandes bebedores de alcohol sufren mayores niveles de hipertensión que los que no lo toman o lo hacen con moderación. Los niveles de alcohol máximos recomendables son:
  - Hombres.... Una o dos copas de vino/día o una lata de cerveza/día
  - Mujeres.... Una copa de vino o cerveza al día.

4.- Disminuir la ingesta de grasas saturadas: Aumentar el consumo de grasas mono o poliinsaturadas con el objetivo de disminuir la producción de colesterol. Las grasas monoinsaturadas se encuentran en el aceite de oliva por lo que es recomendable aliñar los alimentos con este tipo de aceite, evitando el uso de aceites vegetales como el de girasol. Las grasas poliinsaturadas como por ejemplo los omega-3 se encuentran en el pescado azul y en algunos alimentos vegetales como nueces, semillas de lino o las algas.

5.- Equilibrio sodio y potasio: Se ha demostrado que un aumento de potasio en la dieta conlleva a una disminución de la presión arterial en el caso de que hay una ingesta elevada de sal. Existe por tanto una relación directa entre el sodio y el potasio. No es recomendable el incremento de potasio, al tiempo que una reducción significativa de sal, dado que debe de existir un equilibrio entre ambos para el buen funcionamiento del cuerpo. Cuanto más correcta sea la ingesta de ambos, más efectiva es la reducción de la presión arterial.

6.- Aumentar la ingesta de fibra, calcio, magnesio y vitamina c: Los alimentos que lo contienen son las verduras, las frutas (sobre todo cítricos), los frutos secos y los lácteos (sobre todo yogurt y la leche).

7.- Disminuir la ingesta de café, té, chocolate, mate, guaraná, bebidas de cola, bebidas de regaliz: Una dosis alta de este tipo de bebidas tiene un impacto directo en la presión arterial. El efecto que producen es temporal y desaparecen tan pronto la sustancia se elimina del organismo. Esta recomendaciones especialmente relevante en las personas hipertensas crónicas, ya que su ingesta puede ser peligrosa y se convierte en el desencadenante de un accidente cardiovascular. En este caso, es especialmente importante no combinar estas bebidas con otros factores que provocan la subida de la presión arterial como el alcohol o comidas con alto contenido en sodio.

8.- Tabaco y estrés: Son factores no dietéticos igualmente relevantes para la hipertensión. El tabaco, entre otras muchas consecuencias negativas para la salud, es un factor desencadenante de la subida de tensión, con efectos similares a los que se derivan del consumo de alcohol o cafeína. No menos importantes son el estrés o situaciones de nerviosismo y/o ansiedad, como desencadenantes de una subida de tensión arterial.

Podemos concluir que la mejor recomendación para corregir y prevenir la hipertensión es realizar la dieta DASH, junto con ejercicio físico moderado y el abandono de los malos hábitos como el tabaco.
La dieta DASH se caracteriza por incorporar un elevado contenido en frutas, verduras y lácteos descremados. También incluye cereales, especialmente los integrales; carne, pescado; nueces y legumbres.
La preparación de los alimentos ha de realizarse con un bajo contenido en sal y se han de evitar el alcohol, los dulces, las bebidas azucaradas y los alimentos que contengan xantinas. Finalmente deben reducirse los alimentos con grasas saturadas y colesterol.
Ante cualquier duda consulte a su farmacéutico y vigile siempre su tensión, recuerde que es asintomática y silenciosa.

   

No hay comentarios:

Publicar un comentario